Contrariamente a la sabiduría aceptada, las manchas no están ligadas a la falta de higiene. Más cerca de la verdad está la mala higiene, es decir, una limpieza que no está adaptada. A menudo es demasiado duro, como limpiar con jabón. La mejor forma de tener menos manchas y puntos negros es adoptar una rutina adecuada y completa, desde la limpieza hasta la crema, además de cualquier tratamiento que tu médico te haya recetado. La higiene diaria juega un papel importante en todos los tipos de acné, y más aún en el acné inflamatorio2. Siempre que el producto limpiador se adapte a las necesidades de las pieles grasas y con tendencia acnéica.
El limpiador ideal para luchar contra las manchas y los puntos negros debe actuar sobre el exceso de sebo y evitar que los poros se obstruyan, para que no se formen comedones. Hay dos puntos clave para la higiene de la piel con tendencia acneica:
- Un limpiador suave, que contiene un agente limpiador que no daña la piel y que reduce eficazmente el exceso de sebo y elimina las impurezas (sudor)
- Un limpiador queratolítico, capaz de afinar la piel, exfoliar ligeramente la superficie para destapar los poros.