¿Por qué usar cuidados específicos para los bebés y los niños?

Vigile atentamente las zonas de mayor riesgo, como el rostro, el contorno de la boca, la zona glútea y todas las zonas en las que se formen pliegues.
No caiga en la tentación de medicarlo usted misma. En el caso de bebés y niños pequeños siempre consulte antes al pediatra.
No le ponga al bebé prendas de lana o sintéticas que estén en contacto directo con la piel.
Lave frecuentemente los muñecos de peluche.
Evite tapetes y alfombras.
Tenga cuidado de que la atmósfera en la que está cotidianamente el bebé no sea demasiado seca, y asimismo que la temperatura ambiente no rebase los 19 o 20 grados.

La hora del baño del bebé es especial, ¡disfrútela! 

Para evitar prisas y estrés, prepare de antemano todo lo que vaya a necesitar, así podrá dedicar este amoroso momento exclusivamente a su bebé. Todos los productos de higiene y cuidado que utilice deben contar con garantía de seguridad y tolerancia.

Para el cuerpo y el cabello:
Lave el cuerpo del bebé con un producto de higiene muy suave, sin jabón, que le ayude a mantener el equilibrio cutáneo y que no irrite los ojos.
Séquelo sin frotar.
El cabello y cuero cabelludo del bebé deben lavarse cada dos o tres días. Busque un shampoo suave, que no irrite los ojos y ayude a mantener el equilibrio cutáneo y capilar de los más pequeños.
Enjuague delicadamente el cabello del bebé, cuidando que el agua esté a temperatura adecuada y que el chorro no sea demasiado potente. Para los más grandecitos, recomendamos un acondicionador desenrredante en spray, que no se enjuague, para facilitar el peinado. Después de cada baño, hidrate la piel del bebé con un producto de cuidado corporal formulado para nutrirla. 

Para el rostro y los ojos:
Limpie la carita del bebé con la ayuda de un algodón con un producto de higiene suave, sin jabón. Es muy práctico recurrir a una solución micelar, toallitas dermatológicas o leche de baño que no se enjuague (además, así se evita entrar en contacto con agua que contenga cal).

Para las manos:
Las toallitas dermatológicas limpiadoras le permitirán limpiarle las manos al niño tan frecuentemente como sea necesario, en cualquier situación.

Para el cambio de pañales:
Cada vez que le cambie el pañal al bebé, limpie cuidadosamente la piel con un producto de higiene suave, sin jabón, para eliminar la suciedad y los residuos de cremas protectoras. Después, seque delicadamente, poniendo especial atención en las zonas donde se forman pliegues. Es muy práctico recurrir a una solución micelar, toallitas dermatológicas o leche de baño que no se enjuague (además, así se evita entrar en contacto con agua que contenga cal). Y para las mamás que prefieran los productos que se enjuagan, recomendamos un gel limpiador suave, sin jabón, apropiado para la piel del bebé.

La piel del bebé es delicada. Todavía debe crear resistencia para defenderse de las agresiones del medio ambiente. Por eso, para protegerla es conveniente aplicar cotidianamente un producto hidratante apropiado, cuya fórmula garantice seguridad y tolerancia.

Si el niño tiene la piel normal, utilice cotidianamente una leche hidratante para nutrir y proteger la piel. 

Para pieles secas, busque un producto limpiador enriquecido con lípidos o cold cream, altamente nutritivo, que ayude a restablecer la función de "barrera" de la piel y que brinde una sensación de confort inmediata. El término "cold cream" designa una fórmula muy densa y semioclusiva, y se le llama cold cream precisamente porque las primeras formulaciones provocaban una sensación de frío cuando se aplicaban sobre la piel. Las cold creams de nueva generación tienen las mismas propiedades de restablecimiento lipídico e hidratación que las cold cream tradicionales, pero con texturas innovadoras que las hacen más agradables y aportan mayor confort, a la vez que protegen la piel de las agresiones exteriores.