Entender mi piel
Todo sobre la piel atópica en bebés y niños
Descubre todo lo que tienes que saber sobre la piel atópica en niños y bebés: causas, ciclos de la enfermedad y recomendaciones de profesionales
Entender mi piel
Descubre todo lo que tienes que saber sobre la piel atópica en niños y bebés: causas, ciclos de la enfermedad y recomendaciones de profesionales
En cuanto alguien menciona la dermatitis atópica (más conocida como eccema atópico), es sorprendente oír cuántos padres y madres lidian con ella. Se calcula que, en los países desarrollados, entre un 10% y un 20% de los niños desarrollarán signos de dermatitis atópica en algún momento de su vida.
Aunque las causas de esta enfermedad de la piel están abiertas a debate –la alimentación moderna, el medio ambiente, la contaminación o otros agentes irritantes de la piel–, la dermatitis atópica en bebés y niños cada vez es más habitual. Esta enfermedad crónica de la piel dificulta la vida cotidiana de toda la familia y, a menudo, se prolonga hasta la edad adulta (pero no siempre).
Para ofrecer unos cuidados apropiados hay que entenderla primero. Para ello deberías saber responder a la pregunta: ¿Qué le ocurre a la barrera cutánea de tu hijo?
¿En la mejillas y los brazos de tu hijo, la piel está muy seca (conocido como xerosis en términos médicos), a menudo escamada (piel seca que se descama) y en ocasiones se aprecian manchas rojas hinchadas? ¿Se rasca, se retuerce de incomodidad, llora con frecuencia y tiene problemas para dormir? Es posible que sufra dermatitis atópica (eccema atópico). Es mejor consultar a tu médico, para que pueda recomendarte un tratamiento adaptado.
1. Brotes de piel atópica en niños
2. Alivio de la piel atópica en bebés y niños
El eccema en bebés y niños tiene un verdadero impacto en su calidad de vida debido a la incomodidad permanente del picor intenso. Puede ser incluso insoportable.
Debemos ser comprensivos cuando nuestro hijo esté molesto o malhumorado o cuando no pueda dormir o concentrarse en el colegio. ¡Su piel sensible le hace sufrir terriblemente! Tampoco es fácil para él controlar el picor y no rascarse, ya que suele mantener el círculo vicioso de inflamación e infección. Pero no te preocupes, existen soluciones para ayudar a tu hijo a calmar el picor.
1. La piel está muy seca. Escasean agua y lípidos.
> Es necesario un buen cuidado de la piel con un tratamiento completo a base de cremas hidratantes que se adapten a la naturaleza de la piel.
2. La piel desempeña insuficientemente su papel de barrera. La capa externa es más permeable.
> Es una enfermedad inflamatoria, por este motivo es necesario proteger la piel de microtraumatismos que pueden alterarla aún más, como el rascado permanente o una higiene con geles de baño demasiado agresivos.
3. La piel permite la entrada de alérgenos (factores externos como el polvo, los ácaros…) y se vuelve cada vez más sensible, lo cual provoca una reacción excesiva e injustificada del sistema inmunológico.
> Es imposible eliminar todos los alérgenos en casa, y más aún en otros lugares, pero podemos controlar los factores agravantes.
4. El organismo de tu hijo se defiende del pseudo ataque desencadenando una inflamación de la piel, que es el brote de eccema que ves.
> En esta fase, los corticosteroides tópicos son absolutamente legítimos para calmar la inflamación.
Existe un entorno genético favorable en el que puede desarrollarse la dermatitis atópica. Las familias susceptibles a enfermedades atópicas son más sensibles a los alérgenos medioambientales. El riesgo de que un niño desarrolle dermatitis atópica es del 30% si uno de los progenitores sufre actualmente la enfermedad o lo hizo en el pasado, y del 70% si ambos progenitores padecen o han padecido la enfermedad2.
Por tanto, el historial hereditario influye, pero no puede explicarse por sí solo la explosión del número de casos en los últimos cuarenta años. Algunos hablan de una higiene excesiva en la sociedad moderna, sobre todo en las ciudades, donde los niños ya no están expuestos prematuramente a los alérgenos. Demasiada agua sobre la piel, unas viviendas mal ventiladas (ácaros) y excesivamente aisladas, la exposición al humo del tabaco o la polución urbana… Su sistema, que está escasamente estimulado, sufre alteraciones.
La buena noticia es que solo un 4% de los adultos de más de 15 años sufren dermatitis atópica. En la gran mayoría de los casos, la enfermedad desaparece durante la infancia.
NO: Podemos ver el eczema, pero no es transmisible a otras personas. Este es un hecho importante que debes explicar a tu hijo, sus amigos y los padres de estos…
NO: Siempre que los brotes de eccema se traten adecuadamente y se hidrate la piel a diario con crema o pomada. El principal riesgo es una infección.
NO: No necesariamente. Una revisión de las alergias y el sistema inmunitario no arrojará luz sobre los brotes de eccema del niño, excepto si los tratamientos que se han seguido no funcionan y si se aprecia un retraso en el crecimiento. Algunos médicos aconsejan una prueba para detectar otras patologías atópicas latentes como el asma y, en casos infrecuentes, alergias alimentarias.
NO: Pero es difícil vivir con él. Se han definido tres categorías para evaluar la dermatitis atópica: leve, moderada y grave, según la intensidad, el tipo de síntomas y el impacto en la calidad de vida. Para los especialistas, la calidad de vida del niño con piel atópica es comparable a la de un niño que padece asma o diabetes.
Según el 96% de los médicos, la dermatitis atópica afecta a la calidad de vida de los niños y sus seres queridos: tratamiento, comida, condiciones de vida, sueño, estrés… No dudes en consultar a un dermatólogo o pediatra para recibir ayuda y respuestas a todas tus preguntas.
Si quieres saber más sobre el impacto del eccema atópico en niños y bebés, descubre en el siguiente link las recomendaciones que nuestros dermatólogos y psicólogos tienen para ti.